Esqueleto y músculos: la anatomía del gato

Los gatos son asombrosamente ágiles y veloces. Los amigos de cuatro patas pueden trepar muy bien y saltar muy lejos en comparación con su tamaño corporal. Deben todas estas habilidades a la anatomía especial de sus poderosos cuerpos. En este artículo nos gustaría echar un vistazo a la anatomía y el esqueleto de los gatos.
Los datos más importantes sobre la anatomía del gato de un vistazo
- El esqueleto de un gato está formado por unos 244 huesos individuales.
- Hay unos 500 músculos individuales en el cuerpo de un gato.
- Al esprintar, los gatos pueden alcanzar hasta 48 kilómetros por hora y al saltar pueden cubrir unas seis veces su longitud corporal.
- Los gatos tienen cinco dedos en cada una de sus patas delanteras y cuatro dedos en cada una de sus patas traseras.
- Una dieta equilibrada y evitar el exceso de peso son muy importantes para un sistema musculoesquelético sano.
¿Cuántos huesos tienen los gatos?
El esqueleto del gato consta de aproximadamente 244 huesos. Según la raza del gato y la longitud de su cola, el número exacto de huesos puede variar ligeramente.
Por cierto, sólo el cráneo está formado por 29 huesos individuales. La columna vertebral del gato está formada por unos 50 huesos vertebrales. Unos 20 de ellos se encuentran en la cola del animal.
La clavícula sólo está presente parcialmente en los gatos. Esta circunstancia mejora aún más la movilidad y garantiza que la caja torácica sea estrecha y el gato pueda colarse por huecos especialmente estrechos.
¿Cuántos músculos tienen los gatos?
La velocidad y la elegancia con la que los gatos se mueven por la vida cotidiana se debe en gran medida a sus músculos. En total, los gatos tienen unos 500 músculos individuales, que les ayudan a saltar y retozar y a acechar a posibles presas casi en silencio.
Las extremidades del gato
Los gatos tienen patas muy musculosas. Esto es especialmente cierto en sus patas traseras, con las que pueden saltar alrededor de seis veces la longitud de su propio cuerpo sin correr.
Además, alcanzan una velocidad de unos 48 kilómetros por hora al esprintar. Esto significa que no son ni la mitad de rápidos que un guepardo. Sin embargo, su velocidad es sin duda notable y más que suficiente para capturar un ratón o dos, por ejemplo.
Sin embargo, los gatos no son especialmente persistentes. Así que después de esprintar o correr a lo loco, lo primero que hay que hacer es descansar.
Las patas del gato
Los gatos tienen cinco dedos en sus patas delanteras, de los cuales sólo cuatro están en contacto con el suelo. El quinto dedo se llama espolón. Se encuentra un poco más arriba y no tiene ninguna función práctica, al menos al caminar. Los gatos sólo tienen cuatro dedos en las patas traseras.
Las patas, por supuesto, sirven a los gatos especialmente para la locomoción. Aparte de eso, los amigos de cuatro patas también las necesitan y sus afiladas garras, por ejemplo, para luchar con otros gatos o para atrapar presas.
Además, los gatos también utilizan sus patas para asearse, humedeciéndolas primero con la lengua y luego, por ejemplo, limpiándose la cara con ellas.
Como hay muchos nervios en las patas del gato, son bastante sensibles. Esto también se refleja en el hecho de que a los gatos normalmente no les gusta que les toquen las patas.
Evitar las lesiones en la vida cotidiana
Como dice el refrán, los gatos tienen siete vidas. Aparte de eso, los amigos de cuatro patas tienen la reputación de caer siempre sobre sus patas cuando se caen. Independientemente del hecho de que los gatos sólo tienen una vida, sólo es parcialmente cierto que siempre caen sobre sus patas.
En muchos casos, los gatos sobreviven ilesos a las caídas gracias a sus rápidos reflejos. Sin embargo, esto no significa que los amigos de cuatro patas no puedan lesionarse y, por ejemplo, romperse los huesos.
Como propietario de un gato, siempre debe tener esto en cuenta y mantener el riesgo de lesiones lo más bajo posible, al menos en su hogar, por ejemplo, haciendo el balcón a prueba de gatos.
Si, a pesar de todas las precauciones, ocurre algo y nota que su gato cojea o está cojo, una visita al veterinario es, por supuesto, esencial.
Apoyo a la salud del sistema musculoesquelético
Es vital para el bienestar de un gato que su sistema musculoesquelético se mantenga sano y funcione como es debido. Sin embargo, por desgracia, los problemas con las articulaciones no son infrecuentes en nuestros amigos de cuatro patas.
En muchos casos, su desarrollo está directa o indirectamente relacionado con errores de nutrición. Además de la calidad inadecuada de los alimentos y la consiguiente falta de nutrientes importantes, la obesidad en particular puede favorecer problemas como la artrosis en los gatos.
Por ello, para evitarlo, debe elegir desde una edad temprana un alimento de alta calidad para gatos en una cantidad que satisfaga sus necesidades. También puede tener sentido proporcionar al gato nutrientes adicionales para el sistema musculoesquelético. Puede hacerlo, por ejemplo, con las cápsulas Articulaciones & Huesos de I Love My Cat.
Además, asegúrese de que su amigo de cuatro patas sea lo suficientemente activo físicamente sin correr riesgos innecesarios de accidentes o lesiones.
Nuestra conclusión sobre la anatomía del gato
Como puede ver, la anatomía de un gato tiene algunas características especiales. El esqueleto del gato, junto con sus fuertes músculos, tendones y ligamentos, le proporciona la velocidad, agilidad y potencia de salto necesarias.
Para garantizar que esto siga siendo así durante el mayor tiempo posible y que su gato siga estando en forma y activo en la vejez, no es menos importante asegurarse de que el gato reciba los nutrientes adecuados desde el principio con un alimento para gatos de alta calidad.
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